jueves, 5 de enero de 2012

Pactar con el Diablo




Pactar con el Diablo

No, no me gira la cabeza, tened en cuenta que la niña del exorcista era una pobre criatura inocente poseida por un diablo o el Diablo -todo depende de la jerarquía-, así que como era tierna y no tenía malicia se la fastidiaba.

Con servidor pasa lo contrario, rezumo malicia, no tengo nada de criatura inocente, soy luciferino -cuidado si hay algún urantiano indigo por ahí, que se la lio-, tengo una mala leche considerable -con perdón- y soy nocivo, desagradable y perjudicial.

Dadas todas estas cualidades naturales hice un pacto con el Maligno hace tiempo -hice un buen negocio, el muy inocente lo aceptó cuando hacia tiempo que tenía el alma perdida-.

Eso por una parte, por la otra aprendí la teurgia y la goecia y así le puteo a él y a sus huestes, porque resulta que me tienen que obedecer -cuando no fallo con la formulación del conjuro, es lo malo de los asuntos procesales, un fallo de forma y lo mismo se te va el caso a hacer puñetas- que para eso están los rituales correspondientes.

Así que el Maligno y servidor venimos a ser cosas semejantes y somos seres amorales -porque la moral y las buenas costumbres no nos afectan-, eso sí, podemos ser éticos porque podemos reflexionar sobre la moral.

Como dice el libro de Iyov/Job me dedico "a rodear la tierra" y a "andar por ella" (es que es distraido).

La Clavícula Salomonis

Aquí dejo la fórmula procesal adecuada para pactar con el bicho (está basada en la Clavícula de Salomón). Es una versión extensa, en otra ocasión puse una resumida.

"Empezarás la antevíspera del pacto yendo a cortar, con un cuchillo nuevo que no haya servido, una varilla de nogal silvestre precisamente en el momento en que el sol aparece en el horizonte. Hecho esto, ten una piedra "ematilla" [sic] y de cirios benditos, y elige en seguida un sitio para la ejecución. Puedes hacerlo en una habitación aislada o alguna choza, porque el espíritu tiene el poder de transportar allí el tesoro que le place. Trazarás un triángulo con la piedra ematilla, y eso únicamente la primera vez que hagas el pacto. En seguida coloca dos cirios benditos en un lado con el Santísimo Nombre de Jesús; para que los espíritus no te dañen, y después pones en medio del triángulo, teniendo en la mano la varilla con la gran apelación al espíritu, la clavícula, la petición que quieres hacerle, con el pacto y la respuesta del espíritu tal como se transcribe luego.

Luego empezarás a recitar con firmeza:

Gran apelación a los espíritus con los que se desea formar un pacto "Emperador Lucifer, señor de todos los espíritus rebeldes, ruego me seas favorable en la apelación que hago a tu gran ministro Lucífago Rocafale, deseando hacer pacto con él. Ruégote también, príncipe Belzebú, que me protejas en mis empresas. ¡OH conde Astarot! séame propicio y haz que en esta noche el gran Lucífago se me aparezca bajo forma humana y sin ningún hedor y que me conceda, por medio del pacto que voy a presentarle, todas las riquezas que necesito - ¡OH, gran Lucífago! ruégote que abandones tu morada, en cualquier parte del mundo, que te encuentres, para venirme a hablar; si no te obligaré por fuerza del gran Dios vivo, de su excelso Hijo y del Espíritu Santo. Obedéceme prontamente o serás eternamente torturado por la fuerza de las potentes palabras de la Gran Clavícula de Salomón, de la que servía para obligar a los espíritus rebeldes a admitir su pacto; así, pues, aparécete cuanto antes o voy a atormentarte continuamente por las fuerzas de las potentes palabras de la Clavícula : 'Agión, Tetragram, vaycheen, stimilamato y ezpares, retragammaton oryoram irion erglión existión eryona onera brasin movn messia, soler Emmanuel Sabast Adonay' te adoro, te invoco".

Luego de leer oración aparecerá el espiritu y te dirá:

Heme aquí: ¿Qué me quieres? ¿Por qué turbas mi reposo? Respóndeme.
Lucífago Rofacale

PETICION AL ESPÍRITU

Te he llamado para pactar contigo y a fin de que (*aquí se indica la petición que se quiera); sino, te atormentaré con las potentes palabras de la Clavícula.

RESPUESTA DEL ESPÍRITU

No puedo acceder a tu demanda sino a condición de que me vendas tu alma y tu cuerpo para dentro de veinte años, a fin de hacer yo de ellos lo que más me plazca.

Lucífago Rofacale

Entonces le echas el pacto, que debe estar escrito de tu propio puño, en un pedazo de pergamino virgen, y el cual consistirá, a poca diferencia, en las siguientes palabras firmadas por vuestra rúbrica y con algunas gotas de vuestra propia sangre:

"Prometo al gran Lucífago recompensarle dentro de veinte años de todos los tesoros que me dé. En fe de lo cual he firmado. - N.N."

NEGATIVA Y DESAPARICIÓN DEL ESPÍRITU

No puedo conceder tu demanda.

Lucífago Rofacale

Entonces, para obligar al enemigo a obedeceros, volverás a leer la gran interpelación con las terribles palabras de la Clavícula, hasta que el espíritu reaparezca.

SEGUNDA APARICIÓN DEL ESPÍRITU

¿Por qué vuelves a atormentarme? Si me dejas en reposo, te daré el tesoro más precioso (*lo que se haya pedido, en este ejemplo es riqueza), a condición de que me consagres una moneda todos los primeros lunes de cada mes y que no me llamarás sino un día de cada semana, a saber: desde las seis de la tarde hasta las dos de la noche. Recoge tu pacto; ya lo he firmado, y si no cumples tu palabra, serás mío dentro de veinte años.

Lucífago Rofacale

RESPUESTA AL ESPÍRITU

Acojo tu demanda a condición de que me darás el más precioso tesoro para podérmelo llevar enseguida.

RESPUESTA DEL ESPÍRITU

Sígueme y tomarás el tesoro que voy a enseñarte.

Lucífago Rofacale Entonces seguirás al espíritu por la ruta del tesoro que está indicada en el triángulo de los pactos, sin amedrentaros, y echarás el pacto firmado sobre el tesoro; tocándolo con vuestra varilla, tomarás cuanto puedas y regresarás, andando de espaldas, al triángulo. Dejarás dentro el tesoro, delante tuyo y empezarás en seguida a leer el despido del espíritu, tal como se indica:

DESPIDO DEL ESPÍRITU

¡OH, gran Lucífago! Contento estoy de ti por el presente; te dejó en reposo y te permito que te retires adonde mejor te plazca, sin hacer ruido ni dejar el más mínimo hedor. Piensa también en tu compromiso a mi pacto, porque si faltas a él un momento, puedes estar seguro de que te atormentaré eternamente con las grandes y poderosas palabras de la Clavícula del rey Salomón, por las que se fuerza a obediencia a los espíritus rebeldes".  

El bicho es muy mal negociante, el muy tarugo te pide primero el alma y la vida en veinte años, y luego se conforma con una monedilla de vez en cuando -eso sí, no hay que olvidarse de eso, ya he dicho que los defectos de forma te pueden tirar al traste cualquier caso, este sería algo así como un procedimiento civil, en la modalidad de un acuerdo entre particulares.

Ésta es una variante, el Gran Grimorio de Roboan da otra aunque es bastante parecida. Gran Grimorio de Roboan.

El Gran Grimorio de Roboan

Una muestra más de confusión a la hora de abordar un grimorio se expresa en la idea de utilizar restos humanos en sus rituales, esto no viene indicado en absoluto en ninguno de los grimorios -realizados, en su práctica totalidad, a partir de materiales fragmentarios de origen medieval, impresos a partir del siglo XVI y más comúnmente del XVII, y atribuidos a diferentes autorías, en todos los casos utilizando el recurso retórico de "autoridad reverente"-.

Así hay quién dice en explicaciones previas a ciertas formulas de invocación que es preciso utilizar la clavícula derecha de un muerto, esto además de macabro y de un ultraje a un difunto es absurdo, es pura y dura mala interpretación -e incluso interpretación dolosa- de la palabra "clavícula", que forma parte, por ejemplo, de uno de los libros míticos -y de innumerables versiones- como es la Clavícula Salomonis, aquí, el término "clavícula" es pura referencia al diminutivo en latín de "llave", no tiene nada que ver con un hueso -humano o no-, por eso mismo es correcta la referencia castellanizada "Clavícula de Salomón", aunque más explicativa -y que ya elimina interpretaciones delirantes- es la referencia Llave menor del Rey Salomón.

A continuación se reproduce una formula contractual -parecida a la expuesta con anterioridad- y que acude al Gran Grimorio de Roboan como fuente de autoridad. Roboan es el supuesto hijo del legendario rey Salomón a quién se supone iba dirigida, precisamente, la "Clavícula Salomonis", digamos que el ocultismo medieval -y, sobre todo, su reinterpretación en la Edad Moderna- considera que fue alumno aventajado de su padre y le da la autoría de un "Gran Grimorio", para distinguirlo de otros con el mismo título -como el Gran Grimorio del Papa Honorio- se indica la autoría atribuida a Roboan. En el siguiente texto se le hace hablar en primera persona y, también, parece conocer personalmente a los entes que menciona:

"Empezareis la antevíspera del pacto yendo a cortar, con un cuchillo nuevo que no haya servido, una varilla de nogal silvestre precisamente en el momento en que el sol aparece en el horizonte.

Hecho esto, os proveeréis de una piedra de ematilla y de cirios benditos, y elegireis un sitio para la ejecución, en el que nadie venga a interrumpiros.

Podéis hacer, si queréis, el pacto en una habitación aislada, en alguna choza o en un viejo castillo, porque el espíritu tiene el poder de transportar allí el tesoro que le place.

Así dispuestos, trazareis un triángulo con vuestra piedra ematilla, y eso únicamente la primera vez que hagáis el pacto.

En seguida colocareis los dos cirios benditos en medio del triángulo. Teniendo en una mano la varilla de nogal y, en la otra, la clavícula de un cadáver. Con voz fuerte gritareis entonces la siguiente apelación a los espíritus:

Emperador Lucifer, señor de todos los espíritus rebeldes, ruégote que me seas favorable en el pedido que hago a tu gran ministro Lucífago Rofacale, deseando hacer pacto con él.

Ruegote también, príncipe Belzebú, que protejas mi persona y mis empresas.

Ruegote también, conde Astarot, que me seas propicio y te suplico que, en esta noche, el gran Lucifago se me aparezca bajo forma humana y me conceda todas las riquezas que necesito.

Gran Lucifago, ruégote que abandones tu morada, en cualquier parte del mundo que te encuentres, para venirme a hablar. Obedéceme prontamente o seras eternamente torturado por la fuerza de la Clavícula de Salomón.

Nada más terminar esta primera apelación apuntar con la varilla el centro del triángulo y, con la otra mano, trazar círculos en el aire con la clavícula. Sin detener los círculos mágicos, gritareis una segunda apelación:

Agión, Tetagram, vaycheen, stimilamataon y ezpares, retragammaton oryoram irion erglión existion eryona onera brasin movn messia, soler Sabast Adonay. Oni Sabast Adonay ezparez. Retragammaton Oni Sabast Adonay. Te invoco Señor de los Infiernos Oni Sabast Adonay. Te invoco mi Señor y mi Amo Te adoro, te amo y te invoco, Rey de todos los Reinos Oni Sabast Adonay

Podeis estar seguro de que tan luego como hayáis proferido las poderosas palabras antes indicadas, aparecerá el espíritu y os dirá lo que sigue:

- Heme aquí, ¿qué me quieres? Respóndeme. ¿Por qué turbas mi reposo?

Contestar entonces al espíritu:

- Te he llamado para pactar contigo y a fin de que me enriquezcas cuanto antes, si no te atormentaré con los poderes de la Clavícula.

Ante tal amenaza, el espíritu hará realidad todos vuestros pedidos, por muy difíciles que puedan parecer...

Los contratos infernales

Existen otras muchas variantes de contratos similares en otros grimorios –por ejemplo el Gran Grimorio o Dragón Rojo, entre otros-. La palabra “contrato” es bastante más adecuada para estas formulas que “pacto”, ciertamente un contrato es un pacto entre partes, pero reúne ciertas características que nos permiten definirlo como contrato, los formularios que aparecen en algunos grimorios presentan las mismas.

En el Dragón Rojo podemos ver al final del acuerdo con Lucífogo Rofocale la siguiente formula:

IMPRIMÁTUR

Respuesta al Espíritu

Estoy de acuerdo con las condiciones

Esas tres sencillas frases resultan significativas, puesto que indican que, conceptualmente, se ha definido un acuerdo entre partes, que, en cuanto partes, son iguales –otra cosa son las prestaciones y contraprestaciones específicadas-. Y eso es importante, porque es una de las diferencias entre un contrato y, por ejemplo, una ceremonia de vasallaje –que sí seria un pacto más que un contrato-.

Lo anterior indica que la cultura jurídica dominante en el momento de imprimir o dar forma a grimorios como el Dragón Rojo, el Gran Grimorio de Roboan u otros que nos presentan contratos y no pactos es ya la impregnada por el ius receptus, esto es, el “derecho recibido” que no es otro que ius civile o el derecho civil romano, todo lo cual nos sitúa, inequívocamente, a más tardar en la Baja Edad Media y, mucho más comúnmente, del Renacimiento en adelante.

Las formas del derecho feudal, que recogen la formulación jurídica del vasallaje –entre otras singularidades- son completamente diferentes al ius civile, entre otras cosas las partes no son iguales, sino desiguales, se formulan deberes y obligaciones y escasos derechos –esto último, especialmente, por parte del siervo-. Cualquier acuerdo o contrato basado en el ius civile lo es realizado entre parte iguales, jurídicamente hablando lo son, no se contempla, desde ese punto de vista, disimetría entre los contratantes.

La brujería medieval -cierto que lo que sigue es a partir de lo que indican las muy parciales reconstrucciones de los procesos inquisitoriales- adoptaba en su parte ceremonial y ritual una imitación de las ceremonias del vasallaje, especialmente el juramento de fidelidad, que en este caso situaba al Diablo como "señor feudal" y al invocador o evocador como "siervo". No se trata de un acuerdo entre partes sino de unas obligaciones y deberes en base a una entrega de fidelidad -del siervo- a cambio de la cual se espera el cuidado y protección de quién recibe esa fidelidad -el señor-. Así se describe en el Malleus Maleficarum:

"El método con que profesan su sacrilegio mediante un franco pacto de fidelidad a los demonios varia según las distintas prácticas a que son adictas las diferentes brujas. Y para entender esto debe señalarse, ante todo, que existen, como se mostró en la Primera Parte de este Tratado, tres tipos de brujas, a saber: las que dañan pero no pueden curar; las que curan, pero, por algún extraño pacto con el diablo, no pueden dañar; y las que dañan y curan. Y entre quienes dañan, se destaca una clase en especial, que puede ejecutar todo tipo de brujerías y encantamientos, que abarcan todo lo que las otras, cada una por separado, pueden hacer. Por lo tanto, si describimos el método de profesión en su caso, también bastará para todos los otros tipos. Y esta clase está compuesta de aquellas que, contra todos los instintos de la naturaleza humana o animal, tienen la costumbre de comer y devorar a los niños de su propia especie (...)

Uno es una ceremonia solemne, como un voto solemne. El otro es privado y puede ser hecho al demonio a cualquier hora, a solas. El primer método es cuando las brujas se reúnen en cónclave, en un día prefijado, y el demonio se les aparece en el cuerpo de un hombre, y las insta a tener fe en él, y les promete prosperidad mundana y larga vida; y ellas recomiendan a una novicia a su aceptación. Y el demonio pregunta si abjurará de la Fe, y abandonará la santa religión cristiana y la adoración de la Mujer Anómala (pues así llaman a la Santísima Virgen MARIA), y jamás venerará los Sacramentos; y si ve que la novicia o el discípulo se muestran dispuestos, el demonio extiende la mano, lo mismo que la novicia, y ésta jura, con la mano levantada, cumplir con el pacto. Y hecho esto, el diablo agrega en seguida que no es suficiente; y cuando el discípulo pregunta qué más debe hacerse, el diablo exige el siguiente juramento de homenaje: que ella se le entregue en cuerpo y alma, para siempre, y que haga lo posible por atraer a otras de su sexo a su poder. Y por último añade que debe preparar ciertos ungüentos con los huesos y miembros de niños, en especial de los que han sido bautizados; por todos cuyos medios podrá cumplir con todos sus deseos, con la ayuda de él."

(Heinrich Kramer y Jacobus Sprenger, Malleus Maleficarum, traducción de Floreal Maza, Ediciones Orión, páginas 93 y 94)

Aún teniendo en cuenta la absoluta parcialidad de la fuente sí sirve para una cosa: mostrar un acuerdo basado en el derecho feudal y no en el derecho civil, mostrar un “señor” y su “siervo” y no un contrato entre iguales. Cosa que, significativamente, si hacen los grimorios, particularmente aquellos de los que tenemos ediciones impresas, lo cual indica, como ya se ha dicho, que el ocultismo que reflejan no es en absoluto de la antigüedad a la que pretenden remitirse, sino mucho más próximo, nos muestra que el ius civile ya era derecho común, el Corpus Iuris Civilis ya había sido recibido y asimilado en la cultura jurídica de Occidente y eso nos lleva, como se ha expuesto, más a la Edad Moderna que al Medioevo, cosa que, por otra parte, también se refleja en otros aspectos del lenguaje utilizado en los grimorios.

Jorge Romero Gil

Bibliografía

Anónimo, Clavícula de Salomonis

Anónimo, Gran Grimorio de Roboan

Anónimo, Gran Grimorio o Dragón Rojo, impreso a partir de un manuscrito de 1522, traducción al español de la edición de 1845 en francés editada por B. Renault

Kramer, H. y Sprenger, J., Malleus Maleficarum, traducción de Floreal Maza, Ediciones Orión

MacGregor Matthers, S.L. y Crowley, A., Goecia. La Clave Menor del Rey Salomón. El Libro de los Espíritus, Editora y Distribuidora Yug, 1992.



4 comentarios:

  1. La verdad me interesa mucho pero no lo tome persona pero como q lo dudo. Puede explicarme en q consiste el trabajo

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  2. Yo leei las claviculas del rey salomon hace 34 años atras y desde ese dia nada me salió bien.He perdido pareka hija inmueble y hasta dormí en las calles tapado con un carton y diarios viejos durante 34 años.Todo por leer esas palabras malditas.AYER UN DESCONOCIDO ESTANDO YO SENTADO EN UNA PLAZA DE BUENOS AIRES.DEJÓ A MI LADO UNOS PAPELES PERO CÓMO SE SENTÓ Y SE FUE NO HICE CASO AL PAPELERIO QUE DEJÓ.YO POR SI SE HABÍA OLVIDADO ALGO IMPORTANTE LOS LEEI Y ERA UNA COPIA DE ALGUNAS PAGINAS DEL NECRONOMICON DE CRAF.LO DESTRUI.NO JUEGUEN CON EL MALIGNO ÉL ESTÁ AL IGUAL QUE DÍOS.RESULTADO?VENCE DÍOS 2000 A 0.

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  3. Yo leei las claviculas del rey salomon hace 34 años atras y desde ese dia nada me salió bien.He perdido pareka hija inmueble y hasta dormí en las calles tapado con un carton y diarios viejos durante 34 años.Todo por leer esas palabras malditas.AYER UN DESCONOCIDO ESTANDO YO SENTADO EN UNA PLAZA DE BUENOS AIRES.DEJÓ A MI LADO UNOS PAPELES PERO CÓMO SE SENTÓ Y SE FUE NO HICE CASO AL PAPELERIO QUE DEJÓ.YO POR SI SE HABÍA OLVIDADO ALGO IMPORTANTE LOS LEEI Y ERA UNA COPIA DE ALGUNAS PAGINAS DEL NECRONOMICON DE CRAF.LO DESTRUI.NO JUEGUEN CON EL MALIGNO ÉL ESTÁ AL IGUAL QUE DÍOS.RESULTADO?VENCE DÍOS 2000 A 0.

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    1. Estimado Antonio,

      He leído diferentes versiones de la Clavícula Salomonis -incluyendo el Goetia de Cromwley y McGregor Mathers-, el De Praestigis Daemonum de Weyer -incluyendo el apéndice "Pseudomonarquia Daemonum"-, diversos grimorios, el Dictionnaire Infernal de Collin de Plancy -del cual tengo ediciones de diferentes años- e incluso la Biblia Satánica de Lavey y también... el Tanaj, el Zohar, el Antiguo y Nuevo Testamento, evangelios apócrifos, el Corán, los Hadices del Profeta, el Canon Pali, el Bhagavad Gita, el Dhammapada, los Upanishas, y... suma y sigue.

      No me ha pasado absolutamente nada -ni bueno, malo o regular- relacionado con ninguna de dichas lecturas, pero nada de nada.

      Por otra parte encuentro harto extraño que le dejasen páginas del Necronomicon que menciona Lovecraft puesto que es... un libro que no existe ni ha existido jamás, es una invención literaria de H.P. Lovecraft que utiliza en sus relatos y novelas como "referencia"... completamente inventada, siguiendo ese ejemplo Arturo Pérez Reverte se inventa para su "El Club Dumas" otro libro "oscuro" totalmente inexistente, en este caso -y si mal no recuerdo, hablo de memoria- lo llama "Demelomanicon".

      Si quiere usted tejer historias moralizantes le recomiendo que se documente mejor.

      Reciba un atento y cordial saludo

      Jorge Romero Gil

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