Es
conocida la vertiente esotérica del régimen de la Alemania
nacionalsocialista o, tal vez, sería más correcto decir, las
creencias –más que aficiones- esotéricas de algunos de sus
jerarcas –resulta paradigmático el caso de Heinrich Himmler- y
como éstas se trasladan al esquema institucional del régimen nazi
–en concreto, a un determinado departamento de las SS-.
Mitología
e ideología
Además
de eso es preciso mencionar los componentes auténticamente míticos
y esotéricos de la ideología nacionalsocialista, buena parte de
ello se refleja en “El Mito del Siglo XX” de Alfred Rosenberg, y
el culto místico que allí expone a lo ario y al concepto de
“sangre”, por encima del de “pueblo” e incluso,
sorprendentemente en ese contexto, del de “raza”.
Pero
este ambiente se extenderá hasta lo científico, además de crearse
cosas como la llamada “ciencia racial” se cambiará hasta la
cosmología, así pasará a ser aceptado como valido algo tan absurdo
como la cosmología glacial de Hörbiger, basada en un Universo
formado a partir de hielo primigenio. Mezclando, también, elementos
de difícil catalogación como la llamada “ciencia de las runas”.
Antes
del acceso al poder de Hitler, ya existía la "Sociedad Thule",
dirigida por Rudolf Freiherr von Sebottendorff (en realidad era un
"nombre artístico", su verdadero nombre era Adam Alfred
Rudolf Glauer), teóricamente era una asociación cuyo fin era
realizar estudios sobre la antigüedad alemana, eso derivó a un
grupo ocultista de tintes racistas que apoyó activamente al “Partido
Obrero Alemán”, transformado después por Hitler en el partido
nazi. Existen más precedentes además de la “Sociedad Thule”,
entre ellos pueden encontrarse a Guido von List y a su "ariosofismo",
subvariante rocambolesca y racista de la teosofia de madame
Blavatsky.
Esoterismo,
superstición y preparativos bélicos
Con
esos antecedentes no es de extrañar que poco antes de la guerra y ya
estallada ésta ciertos mecanismos se pusiesen en marcha, en buena
medida ignoramos el auténtico fin de los mismos o la importancia que
se les asignaba, puesto que nos movemos entre la realidad, el mito y
la leyenda, pero sí es cierto que hay pruebas de enigmáticas
expediciones que, al parecer, buscaban hacerse con armas o apoyos
poco convencionales, digamos que podríamos llamarlos “mágicos”
Adolf
Hitler estaba parcialmente interesado en esos asuntos, se hizo, por
ejemplo, con la punta de la supuesta lanza de Longinos, del tesoro de
los Habsburgo, que, según la tradición, habría traspasado a Jesús.
Pero era Heinrich Himmler, el Reichführer de las SS, quién estaba
completamente obsesionado por lo esotérico y por las cuestiones
"mágicas". Incluso creó, como se ha mencionado, un
departamento o sección de las SS dedicado a esas cuestiones -la
Deutsches Anhererbe, más conocida por Anhererbe a secas-. Tenía a
su propio "Rasputin", que era Karl Maria Wiligut, y
organizaba cosas como la búsqueda de los "Superiores
desconocidos" de "Agharta" -de ahí que enviase
curiosas expediciones al Himalaya- u objetos míticos como el Grial
-ahí desempeñó un papel importante, hasta que murió en extrañas
circunstancias (nada mistéricas, todo hace pensar que lo asesinaron)
Otto Rahn- incluso una extraña visita de Himmler a Barcelona y al
monasterio de Montserrat, el 23 de octubre de 1940, se relaciona con
esa búsqueda.
La
Ahnenerbe alcanzó el número de 43 departamentos, dedicados a cosas
tan variadas como el yoga, zen, doctrinas esotéricas, influencias
mágicas, expediciones regionales, estudios científicos, danzas
populares y canciones tradicionales, estilos regionales, folklore,
leyendas, geografía sagrada, ciencias paranormales, entre otras. Su
símbolo era la runa de la vida.
Aunque mezclados en la Ahnenerbe, había departamentos que pretendían ser propiamente científicos y otros que eran ocultistas, estos últimos eran los que se dedicaban a todo lo relacionado a las actividades esotéricas.
Aunque mezclados en la Ahnenerbe, había departamentos que pretendían ser propiamente científicos y otros que eran ocultistas, estos últimos eran los que se dedicaban a todo lo relacionado a las actividades esotéricas.
Con
el beneplácito o con el impulso de Himmler se realizaron
expediciones que, en última instancia, pretendían descubrir rastros
de la fabulosa Atlántida y/o de los atlantes, que se suponía por
algunos dirigentes nazis eran el origen de los arios. El primer
director de la Anhererbe, el profesor Hermann Wirth, erudito de muy
heterodoxas convicciones, protagonizó expediciones en Escandinavia
hasta 1936, a la búsqueda de arios y atlantes. El mismo leivmotiv
tendría la expedición de Schäfer al Tibet, llevada a cabo entre
abril de 1938 y mayo de 1939, así como la proyectada a Tiahuanaco
que no pudo realizarse por el estallido de la guerra.
Aunque
coincidente con la expedición de Schäfer en las fechas más ambigua
en su finalidad es la expedición alemana a la Antártida, realizada
entre diciembre de 1938 y abril de 1939. La protagonizó el MS
Schwabenland -que significa Suabia-,
un carguero adaptado para las condiciones de la Antártida y que
podía transportar y catapultar hidroaviones, en concreto dos del
modelo Dornier Do J. La expedición tenía por finalidad, además de
realizar ciertas investigaciones y estudiar la viabilidad de
instalar una factoría ballenera y una base naval, reclamar como
propia una zona de la Antártida que los alemanes llamaron Nueva
Suabia, hay que decir que esa reclamación nunca fue reconocida
internacionalmente.
Pero
hay varios puntos en que lo antártico coincide con elementos de la
visión mítica y cosmológica nazi. Por una parte el papel de hielo,
que en la cosmologia de Hörbiger se considera elemento creador junto
con el fuego, así se suponía que el origen último de la raza aria
serian embriones conservados en el hielo primigenio y que caerían en
la Tierra en forma de protoplasma; respecto a esto Heinrich Himmler
destinaba gran parte de los fondos de la Anhererbe a estudiar la
influencia del eterno hielo cósmico en el pueblo germánico. Por
otro lado, el Reichsführer de las SS, estaba convencido tanto de la
existencia del mundo subterráneo de Agharta como de que en el
residían los llamados “Superiores Desconocidos” que estarían
vinculados con los arios, resulta que se suponía que alguna de las
entradas a este mundo se encontraban en el ártico y en... la
Antártida.
Teniendo
en cuenta la coincidencia de esos dos puntos del “programa” de
Heinrich Himmler con el ámbito geográfico de destino del MS
Schwabenland, parece difícil que éste no tuviese como parte de su
misión realizar trabajos en esos campos mitico-esotéricos.
Magia
y guerra
Se
sabe que, desde el lado alemán, existían intenciones de una "guerra
secreta" de estilo “mágico” -otra cosa es que tuviese algún
sentido desperdiciar medios y esfuerzos en esa línea, pero el caso
es que se mantenía-. Himmler -el jefe de las SS, y prácticamente
"segundo de abordo", pese a que habían muchos postulantes
a ese puesto- era el “alma mater” de ese proyecto. Y quién creía
firmemente la importancia de esos aspectos esotéricos. De hecho, él
mismo, creía ser la reencarnación de un rey alemán, Enrique el
Pajarero, y concebía a sus SS como una especie de versión
contemporánea y pagana -vaya, del todo descristianizada- de lo que
fue en su día la orden de los Caballeros Teutónicos.. En el fondo
no era nada demasiado nuevo,
No
se sabe exactamente que proyectos –unos más fantásticos que
otros- maquinaban Himmler y su mago de cámara, Karl Maria Wiligut
(alias Weisthor, Jarl Widar, Lobesam y Karl Maria Weisthor). Pero,
parece seguro, que Himmler creía en la real existencia del mítico
reino de “Agharta” y que su puerta de entrada, o una de ellas, se
localizaba en el Tibet y en el Himalaya.
Resulta
curiosa esa obsesión por la localización de puntos telúricos en
estribaciones montañosas, entendiéndolos como lugares de poder
cuando no el “Ombilicus Mundi”, así, por ejemplo, en plena
guerra, se realizarán esfuerzos por alcanzar el pico más elevado
del Cáucaso. Esa obsesión parece estar a medio camino de la idea de
encontrar puertas dimensionales –en sentido estricto- y físicas
–hacia reinos o potestades subterráneas-.
Por
la misma vía irían los rumores de expediciones marítimas, más
bien submarinas, realizadas por determinados U-Boot (el submarino de
guerra estándar alemán) hacia América del Sur y la Antártida.
Lo
cierto es que sí hubo alguna acción naval alemana en esa zona
durante la guerra, así, por ejemplo, el 13 de enero de 1941, el
buque corsario alemán Penguin
abordó y capturó a dos barcos factorías noruegos que
navegaban cercanos a la costa de Nueva Suabia, posteriormente capturó
a otros tres barcos noruegos más y once balleneros.
El
lado de los aliados
Sobre
toda esa especie de "guerra secreta esotérica" hay mucha
rumorología y pocas cosas contrastadas. Así, se dice que por parte
británica, Aleister Crowley "asesoraba" a Churchill y era
su "baza" -junto a otras figuras "esotéricas"-
frente a los "magos" y "esoteristas" del Tercer
Reich . Se sugiere que fue idea de Crowley el uso del pulgar
levantado como señal de victoria, gesto que habría aconsejado al
premier Churchill y que éste habría adoptado, de la misma manera
que se incentivó su uso por parte de las tropas. Ese gesto se llamó
“thumbs up” y acerca de él y su relación con la victoria
publicó Crowley un pequeño manual, en verso, llamado “Thumbs
Up: A Pentagram – a Pentacle to win the war”,
según Crowley debía distribuirse entre la tropa para su
utilización.
El
libro se publicó en 1941, encuadernado en color verde y con letras
en rojo. Es una obra peculiar que contiene maldiciones publicadas de
Aleister Crowley sobre Adolf Hitler. El trabajo se compone de cinco
poemas de Crowley y tres páginas de prosa, todos ellos pretenden
tener un significado que va más allá de su contenido literal. La
obra se inicia con "El Pentagrama", le sigue "Inglaterra
¡estad firmes!", después "Toast (Batalla del Río de la
Plata)", el "Himno para el pueblo estadounidense",
"Himno" y “La religión de los muertos de la antigua Aeon
de Osiris”.
Pero
lo más interesante aparece al final de la obra y después del
epígrafe "Contenidos", que es cualquier cosa menos un
mero índice, allí se detalla la dedicatoria de cada una de las
partes de su libro y finaliza, en la última página, aparece "Para
Adolf Schicklgruber [Adolf Hitler] y / o a quien pueda interesar:
recuerdos ....." a continuación figura una lista de ocho
nombres que Crowley consideraba enemigos suyos, junto a la señal de
una cruz de aquellos que ya habían fallecido. Se trata de una
maldición en la que incluye a Hitler, de hecho, en “Contenidos”,
el epígrafe "Para Adolf Schicklgruber” ocupa el lugar del
ominoso "La religión de los muertos de la antigua Aeon de
Osiris” bajo el que se detallan en el texto principal una serie de
desastres bélicos, así ese lugar pasan a ocuparlo Hitler y los
enemigos de Crowley, incluyendo los ya fallecidos, respecto a los
cuales Crowley viene a insinuar que su muerte se debe a la maldición,
bajo el listado figura el siguiente lema “Et illium generis
defutati omnis turbam", que traducido libremente vendría a
decir algo así como “Y de este género muera toda esta turba”,
este es el parágrafo completo:
TO ADOLF SCHICKLGRUBER
and/or whomsoeverit may concern:
REMEMBER
+ De Wend Fenton
+ Horatio Bottomley
+ Rigby Swift J.
William Cooper Hobbs
Edmund O'Connor
Martin O'Connor
+ James Douglas
+ Norman Mudd
Et illium generis defutati omnis turbam
Now, whereas
…........................................-................................................................................
….........................................................................................................................
….........................................................................................................................
…..........................................................................................................................
I, O.S.V., 6?=5? R.R. Et AC., Imperator, add to this list the name of
…..........................................................................................................................
…..........................................................................................................................
and/or whomsoeverit may concern:
REMEMBER
+ De Wend Fenton
+ Horatio Bottomley
+ Rigby Swift J.
William Cooper Hobbs
Edmund O'Connor
Martin O'Connor
+ James Douglas
+ Norman Mudd
Et illium generis defutati omnis turbam
Now, whereas
…........................................-................................................................................
….........................................................................................................................
….........................................................................................................................
…..........................................................................................................................
I, O.S.V., 6?=5? R.R. Et AC., Imperator, add to this list the name of
…..........................................................................................................................
…..........................................................................................................................
See Liber AL vel Legis cap III v. 42 and The Equinox Vol 1, No. 5 Supplement
La
astrología tampoco quedaría al margen del conflicto, otras
informaciones señalan que Hitler tenía un "astrólogo de
cabecera” –Karl Ernst Kraff-, y que Winston Churchill, para saber
que aconsejaría su astrólogo a Hitler, incorporó a los servicios
secretos británicos a su propio astrólogo, Louis de Wohl, no porque
necesariamente creyese el premier británico en la astrología -aunque al parecer consultó a un astrólogo durante la Primera Guerra Mundial- sino... para saber
que le podría decir el astrólogo de Hitler a éste. Y, a partir de
aquí, averiguar como esas "predicciones" podían
condicionar las decisiones de Hitler.
No
es una mala táctica, puesto que, sean ciertas o no las predicciones,
dará una idea de lo que el que se lo cree puede o no puede hacer,
por ejemplo, posponer una acción bélica o adelantarla.
Louis
de Wohl era alemán de origen húngaro y austríaco, dado que tenía
ascendencia judía la llegada al poder de Hitler le empujó a emigrar
a Gran Bretaña dónde inició una nueva vida. Al estallar la guerra
pasó a formar parte de la intelegencia británica y se le dio el rango de capitán.
Pero de Wohl no comandó niada, al menos nada en el campo de batalla, lo que
hizo fue dirigir la guerra psicológica contra los alemanes. Así se
integró en la Special Operations Executive (SOE), y desde septiembre
de 1940 se encargó del Departamento de Investigación Psicológica,
formando parte del MI5 en Londres, dónde debía preparar
predicciones astrológicas contra Alemania. Los archivos del MI5
sobre de Wohl –que en realidad se llamaba Ludwig von Wohl- se
desclasificaron a finales del 2008.
Durante la guerra, de Wohl se convirtió en un personaje conocido en los pubs de Edgware Road de Londres, y su íntimo amigo Harry Etting recordaba sus grandes cigarros, sus trucos de cartas y su papel de cartas con encabezamiento de oro falso.
Un hombre inteligente y muy divertido a veces, de Wohl jugaba un papel protagonista en el "Equipo Negro" de Churchill (a menudo denominado en los documentos de guerra como el "Grupo de Negro"), que se dedicaba a generar propaganda y a distorsionar la verdad.
Una de las aportaciones más importantes del "Equipo Negro" tiene que ver con el uso de la información obtenida a partir del desciframiento de los códigos alemanes de "Enigma". De Whol construye una cortina de humo haciendo creer a los alemanes que los "aciertos" británicos a la hora de interceptar sus operaciones se debe a... la astrologia.
De los documentos desclasificados se concluye que el MI5 pensaba que Louis de Whol era, literalmente, un estafador y un charlatán, solo que resultaba ser uno útil, por eso le vistieron de capitán y le dieron una oficina y una secretaria en la Oficina de Investigaciones Psicológicas, Sala 99 de Grosvenor House, Mayfair.
Un hombre inteligente y muy divertido a veces, de Wohl jugaba un papel protagonista en el "Equipo Negro" de Churchill (a menudo denominado en los documentos de guerra como el "Grupo de Negro"), que se dedicaba a generar propaganda y a distorsionar la verdad.
Una de las aportaciones más importantes del "Equipo Negro" tiene que ver con el uso de la información obtenida a partir del desciframiento de los códigos alemanes de "Enigma". De Whol construye una cortina de humo haciendo creer a los alemanes que los "aciertos" británicos a la hora de interceptar sus operaciones se debe a... la astrologia.
De los documentos desclasificados se concluye que el MI5 pensaba que Louis de Whol era, literalmente, un estafador y un charlatán, solo que resultaba ser uno útil, por eso le vistieron de capitán y le dieron una oficina y una secretaria en la Oficina de Investigaciones Psicológicas, Sala 99 de Grosvenor House, Mayfair.
¿Hasta
que punto se llegó en una cosa y otra? Pues, resulta difícil saber
hasta dónde, aún más en estos asuntos, de por sí mistéricos, en
los que muchas veces se ignora dónde acaba el rumor y empieza la
noticia.
Jorge Romero Gil
Bibliografía
Crowley, A.: Al Vel Legis, Ed. Ordo Templi Orientis, 1998
Crowley, A.: Thumbs
Up: A Pentagram – a Pentacle to win the war, Ed. Ordo Templi Orientis, 1941
Rosenberg, A.: El mito del siglo XX, Ed. Wotan, 2002
Sala Rose, R.: Diccionario crítico de mitos y símbolos del nazismo, Ed. Círculo de Lectores, Barcelona, 2005
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