Eliphas Levi, entre otras cosas denomina a los egregor "príncipes de las almas", pero esto nos indica poco sobre su naturaleza, en mi opinión son más explícitas otras citas de su “Historia de la Magia” .
Por su parte Rizardo da Camino, en su "Diccionario Masónico", dice que es un "Cuerpo Místico que se forma con sus propias peculiaridades, después de la apertura del Libro Sagrado, cuando todos se unen con las mentes para el acto de crear".
También menciona el concepto el martinista ruso Gregory Ottonovich de Mebes en su obra “Curso Enciclopédico de Ocultismo” y los relaciona con la construcción colectiva, aunque en concreto con determinadas "construcciones" iniciáticas, religiosas o filósoficas, digamos que habría una interacción, éstas formarían construcciones egregóricas -por la unión, más bien, catarsis, de energías que provocan- y a su vez representarían egrégores y serían reforzadas por la construcción egregórica -en cierto modo los símbolos pueden ser "iconos egregóricos", el gallo para Francia o el león británico-. Observese que da Camino y Ottonovich no se contradicen.
El egregor como unión de energías humanas
Con esto enlazariamos con la idea de egregor como unión de energías en cierta medida fruto de la acción humana, más que elementos énticos como indica Eliphas Levi serían energías personificadas o identificadas con ciertos procederes colectivos humanos -lo cual, por otra parte, no impide necesariamente que adquieran una ontología derivada de ese constructo humano, en ese sentido podrían adquirir características entícas, lo cual no haría entrar en contradicción esta visión con la de Eliphas Levi-.
Todo ello tampoco estaría en contradicción con la conceptualización de egregor desde la Magia del Caos -la iniciada por Austin Osman Spare-, para la que el egregor es en primer lugar un centro de conciencia dévico, y por "dévico" se entiende las reacciones que en el espacio produce cualquier estado de conciencia humana.
Desde esa perspectiva se trataría de un ente primordial formado por un grupo de personas que "suman" o "materializan" en algo concreto -un "todo" o un "ente"- de sustancia mental o psíquica generada por la unión de sus estados de conciencia. Eso no implica, como antes decía, que una vez generado el ente no adquiera "vida" propia y, también, fuerza y voluntad propia. Siendo de ese modo independiente de quienes lo han creado o alimentado.
Constructo psíquico y arquetipo
A un nivel racional un egregor sería un cosntructo psíquico, algo así como "un ser psíquico de carácter colectivo" -definición ésta de la Magia del Caos-.
Podría definirse también como un alma grupal y arquetípica -recordemos que los arquetipos son, siguiendo a Jung, figuras creadas por el inconsciente colectivo, ciertamente Jung se queda en lo simbólico y aquí se da un paso más allá en la idea- estrechamente ligada a una comunidad -la que sea- que la ha generado y que hasta cierto punto esta vinculado -e incluso puede dirigir- el destino de esa comunidad.
Jorge Romero Gil
Bibliografía
Da Camino, Rizardo, Diccionario Masónico
De León, Moshé, El Zohar, Ediciones Obelisco (en curso de publicación)
De León, Moshé, El Zohar, Ediciones Obelisco (en curso de publicación)
Graves, R., y Patai, R., Los mitos hebreos, Editorial Losada, Buenos Aires, 1969
Graves, R., Los mitos griegos
Jung, C. G., Arquetipos e inconsciente colectivo, Ediciones Paidós Ibérica, Barcelona, 1970
Jung, C. G., Arquetipos e inconsciente colectivo, Ediciones Paidós Ibérica, Barcelona, 1970
Levi, Eliphas, Historia de la Magia
Ottonovich de Mebes, Gregory, Curso Enciclopédico de Ocultismo
Ottonovich de Mebes, Gregory, Curso Enciclopédico de Ocultismo
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