La
cuestión de Ummo es un asunto particularmente interesante y peculiar
dentro del llamado fenómeno OVNI. De hecho, en puridad, no comienza
como ningún fenómeno OVNI pues las “cartas credenciales” –nunca
mejor dicho- que lo originan no son en absoluto ningún objeto
volante, más bien podría definirse de entrada como un caso “CENI”
por “cartas extrañas no identificadas”. Si bien el primer
supuesto avistamiento “ummita” –el de Aluche, en febrero de
1966- es coetáneo a las primeras llamadas telefónicas y cartas que
contactaban con el muy contactado y contactable Fernando Sesma
Manzano.
Pero
lo interesante de Ummo es el “affaire” epistolar, que es la parte
sustancial del asunto, los “avistamientos” son cuestión
secundaria –y casi decorado de fondo, orquestados como “hito de
confirmación”, tanto el de Aluche en 1966 como el de San José de
Valderas en 1967-, la correspondencia, sin embargo, es lo principal.
Entre otras cosas porque nos presta algo que no suele prestar el tema
OVNI: documentos escritos “originales” -otra cosa es la mano que
los origina, en este caso de origen terrestre y, la mayoría,
hispánico-. Da igual que sean falsos, el caso es que hay algo
material de lo que partir y que observar, y una historia escrita –un
guion- que puede seguirse cronológicamente, eso permite también
reconstruir el asunto por vía de “instrucción”, tenemos los
mimbres para ello.
El
autor confeso del montaje es José Luis Jordán Peña, su confesión
se produce en 1993, en principio de manera espontánea pero, de
hecho, lo hace cuando muchas pistas apuntaban a su participación
activa en la creación del caso Ummo. Jordán Peña aduce un interés
“sociológico” como gestante del asunto, hay diversos indicios
que apuntan a intereses de otra índole -incluida la sexual- y, tal
vez, a motivaciones psicológicas cuando no psiquiátricas, pero, al
margen de eso, lo que sí es cierto que la acción de Jordán Peña,
sus colaboradores y sus más que posibles continuadores sí producen
un fenómeno sociológico.
Hasta
cierto punto evolutivo y en el que cabría diferenciar el grupo
originario netamente español y en ubicaciones muy concretas -de
entrada, sobre todo, el grupo Madrid- y posteriores grupos y personas
involucradas, o bien como seguidores o bien como receptores de
correspondencia, en otros países. Algunos han evolucionado en
auténticas sectas otros siguen en el espíritu más o menos
“cientifista” de las epístolas originales.
Se
ha cuestionado -y aun se cuestiona- que Jordán Peña pudiese
orquestar con sus propios medios -y ayudas puntuales- todo el
“affaire Ummo”, se aducen varios motivos para ello -entre otros
de capacidad y logística- pero parecen basarse más bien en la
incredulidad de que Jordán pudiese meter tal “gol” o tantos
“goles” como metió. Cierto que en ausencia de pruebas
concluyentes cabe dudar del testimonio en sí, pero no menos cierto
que Jordán aporta, además de explicaciones bastante coherentes,
ciertas pruebas del origen de las “pruebas ummitas” que en su día
se presentaron.
Por
otra parte Jordán Peña se sitúa en el origen español del caso,
que tuvo por víctimas al grupo de tertulianos de Fernando Sesma que
se reunían en “La ballena alegre”, ramificaciones posteriores -y
aun actuales- del caso quedarían fuera del control de Jordán Peña
y, todavía, quedaría otra posibilidad, que el mismo Jordán Peña
dejó caer en una entrevista radiofónica, la de la intervención en
un momento dado -y no especificado- de servicios de inteligencia en
el desarrollo del “affaire Ummo”. Jordán apuntó a eso por
pasiva, cuando negó la participación de servicios secretos
españoles pero declinó pronunciarse respecto a la participación de
otros servicios secretos -digamos que generó cierto halo de misterio
al respecto-. Por activa, el periodista navarro J.J. Benítez afirma
que Jordán le declaró que la CIA estadounidense financió la acción
que éste les había propuesto -J.J. Benítez, en “El hombre que
susurraba a los ummitas”-. Otros autores como Manuel Carballal apuntan una posible participación de otros servicios de inteligencia.
En
cualquier caso la “criatura” Ummo es interesante. Repetimos que
lo que nos parece más interesante del asunto es el núcleo epistolar
y documental del caso y -casi yendo por las sendas “sociológicas
oficiales” de Jordán Peña- más sus efectos en el grupo de
corresponsales que las supuestas pruebas de “avistamientos” o
similares. Digamos que es el factor humano -más que el
extraterrestre- lo aquí nos interesa y, también, el papel de la
comunicación... en la creación. Digamos que ciertos aspectos
semánticos.
El
origen del caso Ummo
Personalmente
la primera vez que leí “Ummo” me recordó a Umma, la
ciudad-estado de Sumer, imagino que un poco por cuestión de
formación, de todos modos dejemos claro que los pobres sumerios no
tienen ni arte ni parte en este asunto -ni en otros, pese a que se
les adjudiquen “dioses anunnaki” a diesto y siniestro, pero esa
es otra historia-. Si se ha de hacer caso a Jordán Peña el nombre
era una pista para indicar que el asunto era puro “humo”, no
obstante, Manuel Carballal apuntaba ciertas sospechas de que tuviese
relación con la voz “umma” en su sentido tántrico que la
relaciona con la energía kundalini y, a partir de ahí, con alguna
de las motivaciones de Jordán Peña no tan explicitamente confesadas
como la sociológica. Sea como fuere el supuesto planeta del que
provenían los no menos supuestos comunicantes extraterrestres se
presentó como el planeta Ummo, naturalmente, sus habitantes eran los
ummitas.
En
1954, doce años antes del comienzo del caso Ummo, Fernando Sesma
funda la Sociedad de Amigos de los Visitantes del Espacio (BURU), que
tiene su “sede ofciosa” en “La Ballena Alegre”, en los
sótanos del Café Lyón de Madrid, donde se reúnen sus miembros y
se organizan tertulias dirigidas por Sesma, que había seguido algún
caso de presuntos contactos y, a partir de cierto momento, él mismo
afirmará ser un contactado.
Durante
el Otoño de 1954, desde el periódico “Madrid” se le encargó a
Sesma escribir unos capítulos dedicados a los platillos volantes,
fenómeno que iba en auge y pasaba a convertirse en moda.
Ese
encargo le facilitó el contacto con personas interesadas por el
misterioso y atrayente tema de los extraterrestes. Al salir de la
redacción del periódico, Sesma comenzó a quedar con sus amigos en
el Café Lyón, donde como “experto” Sesma dirigía la charla y
disertaba sobre los visitantes del espacio, poco a poco fue atrayendo
a nuevos curiosos al grupo, entre ellos el dramaturgo Alfonso Paso y
el escritor Buero Vallejo. En ese ambiente y en ese lugar Fernando
Sesma funda la “Sociedad de Amigos de los Visitantes del Espacio”.
Sesma,
que ya era el alma de esas reuniones -y, en cierto modo, su agente
causal- lo fue aún más a partir del momento en que declaró que
estaba recibiendo comunicaciones directas de los "hermanos
cósmicos", en definitiva, que él mismo había pasado a la
categoría de "contactado". En 1962 dice Sesma que por vía
telefónica un tal Saliano, que asegura proceder de un planeta
llamado Aúco, va pasando mensajes a Sesma, bastante incompresibles,
que se irán leyendo durante más de cinco años ante un público
interesado en "La Ballena Alegre". Digamos que Saliano
declinará -aunque no desaparecerá- por el "efecto Ummo",
cuyo promotor escoge con buen ojo al popular Sesma como predispuesta
"caja de resonancia".
Si
bien la primera mención en prensa relacionada con Ummo se produce el
16 de febrero de 1966, en el semanario barcelonés Por qué,
en una entrevista que el periodista José Luis Pimentel realiza a
Fernando Sesma. Para seguir la pista de los contactos iniciales de
Ummo hay que acudir a lo que relató el propio Sesma, en el primero
de una serie de reportajes -hasta un total de 55- que se publicarían
en la revista Diez Minutos. Según esto a las doce de la
mañana del 14 de enero de 1966, Sesma recibió una llamada
telefónica y un interlocutor, de rara voz, le “repitió unas
palabras extrañas durante bastante tiempo” que él copió -según
Enrique Villagrasa “do-do-ummo-do-do”-, al final de la
comunicación su comunicante le dijo que en pocos días recibiría
“algunas cosas e informaciones de orden extraterrestre”. Que
constituirán las primeras comunicaciones públicas “ummitas”.
Según
dice Fernando Sesma cuando le llegaron esas informaciones -en primer
lugar una piedra artificial con supuestos signos “ummitas” y,
posteriormente, un informe sobre telepatía- lo primero que pensó es
que se trataba de “una broma bien organizada” -primera impresión
que era valida-, cosa que no dudo en transmitir a su anónimo
comunicante en la siguiente ocasión en que éste le llamo. El
teórico "ummita" consideró que la escéptica reacción de
Sesma era lógica y prudente, y se comprometió con Sesma para
enviarle algunas pruebas que corroborasen sus afirmaciones.
Estas
pruebas llegaron el 7 de febrero de 1966, consistieron en tres
fotografías tridimensionales en color, de supuesto origen
extraterrestre, que un “emisario de Ummo” -un hombre joven y
moreno con barba, que sería identificado con un personaje importante
que aparecerá en comunicaciones ulteriores, ni más ni menos que el
“mecanógrafo” de los “ummitas”, en realidad fue Vicente
Ortuño colaborador de Jordán Peña- llevó a casa de Sesma, y que
vieron el propio interesado, su esposa y uno de sus hijos, una vez
enseñadas el “emisario” se las llevó nuevamente consigo. Ese
mismo día a las 14:00 horas los supuestos extraterrestres anunciaban
por teléfono a Sesma, y con antelación a la aparición de la
noticia en prensa, el aterrizaje de una nave “ummita” en el
madrileño Parque de Aluche -al suroeste de la ciudad-, a las 20:00
horas del día anterior, es decir, el 6 de febrero de 1966.
Con
eso se inicia el caso Ummo, si hubo otros corresponsales anteriores a
Sesma no consta, al menos por ellos, si bien algunos documentos
“ummitas” los mencionaran, pero eso, naturalmente -y lo más
lógico-, no implica que no sean simple “atrezzo” para dar mayor
verosimilitud a los mensajes que se le iban pasando a Sesma y sus
amigos, sobre todo los más dudosos son los supuestos corresponsales
anteriores a enero de 1966.
El
primer informe escrito que recibió Sesma, y que fue acogido por éste
con la impresión de que se trataba de una “broma bien organizada”,
es el llamado D-41, en él se mencionan ciertas supuestas
características fisiológicas de los “ummitas” y el uso por
ellos de la telepatía, pero, en esencia, es algo así como una carta
de presentación, en la que no falta la muestra de una serie de datos
de tipo enciclopédico -recuerdan el estilo de las entradas de ese
tipo de obras- sobre características generales de Ummo y de los
“ummitas”.
Junto
a eso hay ciertos “toques de proximidad” para hacer “reales”
a los “ummitas”, así los redactores del informe expresan cosas
tan “humanas” como los obstáculos encontrados para realizar una
tarea, en este caso mencionan la dificultad de transcripción, o bien
el asunto de la enfermedad telepática que intenta pulsar la tecla de
la compasión y la solidaridad. Esas confidencias y ese anecdotario
tratan de hacer próximo al emisor del mensaje para el receptor del
mismo, forman parte de un juego psicológico que llama
“amistosamente” al subconsciente del lector presentando como
“creíble”, “real” y -paradojicamente- “humano” al
comunicante “ummita”. Digamos que se intenta obtener la simpatía
del lector y, en consecuencia, una predisposición favorable en
relación a lo que expone el mensaje.
Después
hay algún toque curioso, posiblemente debido ya al ejercicio de la
creación literaria -con motivos puramente estilísticos-, como es la
peculiar selección de idiomas terrestres que conocen de entrada esos
“ummitas”, que son según ellos: inglés,
español, griego clásico, griego moderno, alemán, italiano, francés
y árabe. Nada que decir respecto al toque clasicista, pero resulta
llamativa la profundización en el griego que incluye también el
griego clásico.
Reproducimos
a continuación el informe D-41 -extraído de ummo-ciencias.org. “Las
cartas de Ummo”-
Informe
D-41
00/121.
Deseamos
informar al planeta Tierra: origen y procedencia nuestra y fines que
nos han movido a visitarles. Procedemos de UMMO, planeta que gira
alrededor del astro IUMMA, registrado en vuestra Tierra con la
denominación de WOLF 424.
00/123
Recibimos
instrucciones día 12 Enero 1965 (Era Cristiana Tierra) respecto a
orientación y límites de este informe. Redacción aprobada.
Procuramos adaptarnos salvo barreras infranqueables de transcripción. Empleamos idioma español.
0/2
Las
dificultades de traducción y expresión de conceptos en idiomas
terrestres son inmensas. No ocultamos que tras comprobar la
sorprendente semejanza entre estructuras biológicas de nuestros dos
planetas, quedamos consternados al percatarnos que nuestros
respectivos medios de comunicación social difieren en elevado grado.
0/21
Imposible
nos es en un primer documento establecer de una forma sintética la
inmensa gama de equivalencias entre cifras, símbolos verbales,
símbolos técnicos y demás. En muchos casos, expresiones nativas
nuestras, no tienen ni remotamente equivalencia en ninguno de los
idiomas terrestres conocidos por nosotros hasta la fecha (inglés,
español, griego clásico, griego moderno, alemán, italiano, francés
y árabe).
0/215
Empleamos
para expresarnos, medio acústico: aire (adolescencia) y medio
telepático: “psi” (adultos medios), en este último caso, las
imágenes mentales transmitidas y recibidas conforman las imágenes
mnémicas acústicas aprendidas durante la infancia.
Intentamos
por todos los medios para Vds., fijar en grafismo español la imagen
acústica de nuestras expresiones, aunque en la mayoría de los
casos, nuestros fonemas puedan reflejarse con varias expresiones
gráficas.
11/1
Nosotros
procedemos, como anteriormente dijimos, del planeta o astro
solidificado UMMO, cuyas características reseñamos a continuación:
Orbita:
elíptica con foco estrella WOLF 424 (IUMMA) que nos sirve de Sol.
Distancia
del foco WOLF 424 al foco del sistema solar el 4 Enero de 1955:
3,68502 años luz.
Radio
de UMMO, medido en la cota universal de VAAUAWE:
R1
= 7251,63 Km.
Radio
en la cota NUAEI21 (polo de UMMO): R2 = 7266,61 Km.
Masa
de UMMO: 5,4 x 1021 toneladas masa.
Aceleración
de la gravedad en UMMO: 11,88 m / seg2.
Capa
atmosférica ionizada a 8536, 92 Km.
Composición
atmosférica medida en el laboratorio universal de técnicas
atmosféricas cota 878 de “WALIOA”.
Nitrógeno
= 65,93%
Oxigeno
= 23,00%
Xenón
= 0,20%
Neón
= 0,1316%
Anhídrido
C. = 1,8%
Cloro
= 0,001%
Metano
= 0,102%
Otros
gases.
111/1
Nuestra
estructura geológica externa es en todo diferente a la de la Tierra.
Los océanos ocupan el 62 % aproximadamente. El resto se centra en un
solo continente lleno de grandes lagos, el mayor de los cuales tiene
276.320 Km2 (AUWOA SAAOOA). Nuestras cordilleras (Muy erosionadas)
apenas presentan formas accidentadas. El río más importante de
UMMOAA es el OAOAWA-OEW-OEWEA de anchura 3, 5 - Km. a la altura de
UWOSS. Desemboca en el lago IAWIAIA-SAAOOA, Los OAK-OEI son una
especie de volcanes que presentan la forma de grandes grietas que
proyectan una columna incandescente de METANOPENTANO-OXÍGENO de
alturas entre 250 m. y 6,7 Km. Como el OASION-OEI cerca del lago
IA-SAAOOA, su luz azulada ilumina las noches de UMMOAA en aquellas
regiones. Los grandes laboratorios NOOLAWE proyectan cada UIW (tiempo
unidad de UMMO equivalente a 3,1 minutos terrestres) grandes globos
con compuestos químicos que al entrar en contacto con la gigantesca
catarata de fuego azul, estallan como fuegos artificiales, ofreciendo
un espectáculo fantasmagórico. En el interior de estos globos van
contenidos equipos de precisión para controles científicos.
A
continuación trazamos un croquis de nuestra configuración
geográfica. En nuestros mapas no se reseñan los nombres geográficos
sobre el croquis, sino señalándolos por medio de flechas y
disponiendo la tipografía al margen.
0/112
Los
habitantes de UMMO poseemos un cuerpo cuya morfología fisiológica
es sorprendentemente análoga a la del “homo sapiens” terrestre.
Ello es lógico si se considera que las leyes biogenéticas parece
que rigen para todo el Universo. Cuando el OIWI (año) 75.231 de
nuestro tiempo (definimos el año como la dieciochoava parte del
tiempo de traslación de UMMO alrededor de IUMMA -WOLF 424-),
llegaron naves espaciales del planeta TOOKAAIA, sus tripulantes,
aunque murieron, presentaban también la misma organización celular.
Solo pequeñas diferencias aparecen entre nosotros. No poseemos amígdalas y nuestro órgano de fonación se atrofia de forma que el glotis humano terrestre desaparece hacia los 14 años. Durante la infancia pues, podemos hablar normalmente, expresando nuestros pensamientos por vía fónica (medio transmisor acústico: aire). El lenguaje que empleamos es sin embargo radicalmente distinto al vuestro. Podríamos llamarlo BI-LENGUAJE. Por ejemplo; cuando emitimos unos fonemas tales como OA DO DO IA KAAWAEA UMMO UMMO UMMO, expresamos dos corrientes de ideas simultáneamente.
OA
= Hemos realizado este viaje
DO
= y procedemos de
IA
KAAWAEA = para estudiar vuestra cultura
UMMO
= planeta nuestro.
Pero
al mismo tiempo observarán que repetimos cada fonema, dos, tres,
cinco, etc., veces. Esto constituye a su vez un nuevo código o
lenguaje que se superpone a la otra expresión verbal. La
interpretación de este lenguaje es de tipo estadístico matemático
(función del número de repeticiones del fonema) con lo que
expresamos otro pensamiento al mismo tiempo. En el caso citado,
decimos aproximadamente:
Realizamos
este viaje procedentes de UMMO para estudiar vuestra cultura, y
No
pensamos hacerles ningún daño, tranquilícense.
Otro
ejemplo:
DO
UMMO DO DO UMMO UMMO DO DO DO
Procedemos
de UMMO, y
Hemos
llegado con nuestra nave sur de Francia.
Si
hubiésemos emitido así nuestra voz:
DO
UMMO UMMO DO DO UMMO
Procedemos
de UMMO
Necesitamos
urgente alimentación.
En
nuestras “escuelas” pues, los niños aprenden simultáneamente
dos disciplinas científicas cuando un mismo profesor les explica al
hablar, dos conferencias de distinta naturaleza.
Hacia
los 14-16 años de su vida, las cuerdas vocales del niño sufren un
proceso de esclerosis que les deja fisiológicamente “mudos”,
pero es que para entonces va desarrollándose la facultad de
transmitir nuestro pensamiento por medio de la función que Vds.
llaman “PSI” es decir, telepáticamente. Esto lo hacemos
concentrando en el campo de nuestra conciencia la imagen mental de
nuestro interlocutor (aunque esté a varios KOOAE -un KOOAE = 8,71
Km.-) y enviándole impulsos telepáticos, cada uno de los cuales
dura 0,00014 segundos aproximadamente. A estos impulsos les llamamos
en PSICOBIOLOGIA “BUAE BIEEE”.
Un
código también BI-LINGUAL permite mantener dobles conversaciones
con cualquiera de nuestros semejantes.
Existen
entre nosotros terribles enfermedades desconocidas para Vds. por
ejemplo, la llamada OANEEA-IAWA-OAI en que el sujeto sufre un
trastorno de sus facultades NOI-OAI (llamadas por la ciencia
parapsicológica terrestre, función PSI), y emite en forma
desordenada y a gran frecuencia millones de impulsos BUAE BIEEE a
cientos de miles de seres de UMMO, algo así como si una emisora de
Vds. se trastornase y emitiese a todas las frecuencias, captando
millones de receptores sus locas interferencias.
La
única solución estriba en localizar al enfermo y provocarle la
muerte por GOOAIE SAWA (una especie de haz de microondas de gran
energía que destruye los centros nerviosos ISIAGEE IA del encéfalo).
Los
primeros años de nuestra humanidad, el desarrollo de la cultura fue
frenado por la acción alienante de estos pobres enfermos que
alucinaban a nuestros antepasados con sus horribles “gritos
telepáticos “.
(CONTINUAREMOS
MENSAJE)
Un
juego de rol
Podemos
imaginarnos a Sesma dividido ante esto entre su deseo de creer
-Ortuño, cuando se hace pasar por mensajero de los “ummitas”
llevando las fotografías tridimensionales, dirá que vio a Sesma muy
emocionado y enseñando las “pruebas” a su familia- y un inicial
y sano escepticismo -el que le lleva a plantearse lo de una “broma
organizada”, por ahí iban los tiros-. Pesó más la buena
“organización” de la broma y la predisposición, de hecho
favorable, de Sesma de ser contactado. De esa manera comenzó un
engranaje que recuerda bastante a la elaboración y ejecución de un
juego de rol.
El
director de la partida será José Luis Jordán Peña -por lo que
sabemos y a pesar de todas las luces y sombras que su confesado papel
arroja-, tendrá colaboradores conscientes como Vicente Ortuño y
otros y, sobre todo, tendrá sus particulares “ratones de
laboratorio” en el grupo de corresponsales -a los que se unirán
investigadores del fenómeno OVNI como Antonio Ribera- de buena fe
que constituirán su “muestrario sociológico” principal y que, a
despecho de Jordán Peña, no se comportarán de manera sectaria -no
el grupo de Madrid ni los grupos de corresponsales españoles- sino
que más bien les guiará una especie de “credulidad cientifista”,
es decir, ausente de componente esotérico-religioso -especialmente
ausente la dimensión religiosa-.
Jordán
Peña realiza las funciones de “director de juego” en su partida
de rol, ésta se compone de personajes jugadores conscientes -los
colaboradores de Jordán y él mismo cuando juega el papel de
corresponsal y miembro del grupo Madrid-, de personajes jugadores
inconscientes -la totalidad de los engañados por el fraude- y de los
personajes no jugadores y la ambientación. Estos dos últimos puntos
van a cargo de Jordán Peña como director de juego que es.
La
siguiente definición -extraída de la tesis doctoral de Héctor
Sevillano Pareja sobre juegos de rol- del papel de director de juego
o “master” puede servir para ilustrar el rol de Jordán Peña en
su peculiar juego de rol:
“el
master recibe múltiples nombres (…) sirve para designar a la
persona que dirige la aventura o la campaña que los personajes han
de jugar. Su trabajo consiste en desarrollar la historia, también se
encarga de interpretar a los pnjs (representa los papeles
secundarios), de ayudar a los pjs en la realización de fichas, de
aplicar las reglas y de moderar en cualquier disputa que se produzca
sobre ellas y de describir los encuentros, escenas, paisajes,
personajes jugadores y no jugadores. Otras palabras que definen este
cometido son las de narrador, vigilante, director de juego (abreviado
en dj), árbitro, etc, la variedad de términos viene dada porque
cada sistema de juego suele denominar a esta figura de un modo
distinto.
También
tiene la misión de ayudar a los jugadores, explicando el sistema de
juego, controlando el tiempo de duración de una partida, la
dificultad de la misma, seleccionando el juego al que jugar, dando
experiencia y recompensas, etc. Normalmente se encarga de leer los
diferentes manuales, que le sirven para poder realizar la aventura,
conforme a las reglas del juego y que posteriormente disfrutaran los
jugadores (...).
El
master sólo actúa como espectador, ni salva ni mata al personaje,
para bien o para mal el jugador labra su suerte. Un master debe saber
que las aventuras que idee nunca saldrán como él espera, al fin y
al cabo los jugadores tienen libertad de acción.”
A
buena parte del “affaire” Ummo cabría aplicarle más de un
presupuesto del funcionamiento de los juegos de rol, incluyendo las
teorías sobre los mismos y sus principios derivados (The Threefold
Model, The Big Model, The Process Model, el principio de Iumpley...)
José
Luis Jordán Peña no cejará en el empeño de conseguir un grupo con
tintes esoterizantes, religiosos y sectarios, pero tendrá que dar
una vuelta de rosca, que no dejará de ser secundaria, y potenciar
-ya del todo directamente- un par de grupúsculos fundados por él
-uno llamado “Pirophos”, en honor de una imaginaria deidad, y el
otro una secta de corte hinduista-, de tintes más oscuros e incluso
degradantes -siguiendo algo de los confesados motivos de explorar el
sado-masoquismo por parte de Jordán Peña, situándose él en
posición de poder-, pero eso será más adelante. Por ahora nos
encontramos en los momentos iniciales de la aparición en escena
-nunca mejor dicho- de los “ummitas”, y de las emociones de Sesma
que pronto serán compartidas por sus contertulios de ”La Ballena
Alegre”. Comienza el juego.
Jorge
Romero Gil
Bibliografía
Aguirre,
J.: Compilación de las cartas ummitas (en tres tomos)
Benítez,
J.J: El hombre que susurraba a los ummitas, Editorial Planeta,
Barcelona, 2007.
Carballal,
M.: El caso Ummo: sectas, ovnis, sexo y servicios secretos, El
ojo crítico (blog)
González
Manso, L.R.: “Ummo, el planeta de los corresponsales anónimos”,
Revista Magonia, 47, octubre de 1993.
Ribera,
A.: El misterio de Ummo, Editorial Plaza & Janés,
Barcelona, 1979
Ribera,
A.: Ummo: la increíble verdad, Editorial Plaza & Janés,
Barcelona, 1985
Ribera,
A.: Ummo informa a la Tierra, Editorial Plaza & Janés,
Barcelona, 1987
Ribera,
A. y Beorlegui, J.: El secreto de Urantia. Ni caballos ni
troyanos, Ediciones Obelisco, Barcelona, 1988.
Sevillano
Pareja, H.: Estudio del sector editorial de los juegos de rol en
España: historia, tipología, perfil del lector, del autor, del
traductor y del editor.
Salamanca, 2008
www.ummo-ciencias.org:
Las
cartas de Ummo
Sigue abierto ese antro? la ballena alegre
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