martes, 7 de agosto de 2012

Ummo y su correspondencia (I)



La cuestión de Ummo es un asunto particularmente interesante y peculiar dentro del llamado fenómeno OVNI. De hecho, en puridad, no comienza como ningún fenómeno OVNI pues las “cartas credenciales” –nunca mejor dicho- que lo originan no son en absoluto ningún objeto volante, más bien podría definirse de entrada como un caso “CENI” por “cartas extrañas no identificadas”. Si bien el primer supuesto avistamiento “ummita” –el de Aluche, en febrero de 1966- es coetáneo a las primeras llamadas telefónicas y cartas que contactaban con el muy contactado y contactable Fernando Sesma Manzano.

Pero lo interesante de Ummo es el “affaire” epistolar, que es la parte sustancial del asunto, los “avistamientos” son cuestión secundaria –y casi decorado de fondo, orquestados como “hito de confirmación”, tanto el de Aluche en 1966 como el de San José de Valderas en 1967-, la correspondencia, sin embargo, es lo principal. Entre otras cosas porque nos presta algo que no suele prestar el tema OVNI: documentos escritos “originales” -otra cosa es la mano que los origina, en este caso de origen terrestre y, la mayoría, hispánico-. Da igual que sean falsos, el caso es que hay algo material de lo que partir y que observar, y una historia escrita –un guion- que puede seguirse cronológicamente, eso permite también reconstruir el asunto por vía de “instrucción”, tenemos los mimbres para ello.

El autor confeso del montaje es José Luis Jordán Peña, su confesión se produce en 1993, en principio de manera espontánea pero, de hecho, lo hace cuando muchas pistas apuntaban a su participación activa en la creación del caso Ummo. Jordán Peña aduce un interés “sociológico” como gestante del asunto, hay diversos indicios que apuntan a intereses de otra índole -incluida la sexual- y, tal vez, a motivaciones psicológicas cuando no psiquiátricas, pero, al margen de eso, lo que sí es cierto que la acción de Jordán Peña, sus colaboradores y sus más que posibles continuadores sí producen un fenómeno sociológico.

Hasta cierto punto evolutivo y en el que cabría diferenciar el grupo originario netamente español y en ubicaciones muy concretas -de entrada, sobre todo, el grupo Madrid- y posteriores grupos y personas involucradas, o bien como seguidores o bien como receptores de correspondencia, en otros países. Algunos han evolucionado en auténticas sectas otros siguen en el espíritu más o menos “cientifista” de las epístolas originales.

Se ha cuestionado -y aun se cuestiona- que Jordán Peña pudiese orquestar con sus propios medios -y ayudas puntuales- todo el “affaire Ummo”, se aducen varios motivos para ello -entre otros de capacidad y logística- pero parecen basarse más bien en la incredulidad de que Jordán pudiese meter tal “gol” o tantos “goles” como metió. Cierto que en ausencia de pruebas concluyentes cabe dudar del testimonio en sí, pero no menos cierto que Jordán aporta, además de explicaciones bastante coherentes, ciertas pruebas del origen de las “pruebas ummitas” que en su día se presentaron.

Por otra parte Jordán Peña se sitúa en el origen español del caso, que tuvo por víctimas al grupo de tertulianos de Fernando Sesma que se reunían en “La ballena alegre”, ramificaciones posteriores -y aun actuales- del caso quedarían fuera del control de Jordán Peña y, todavía, quedaría otra posibilidad, que el mismo Jordán Peña dejó caer en una entrevista radiofónica, la de la intervención en un momento dado -y no especificado- de servicios de inteligencia en el desarrollo del “affaire Ummo”. Jordán apuntó a eso por pasiva, cuando negó la participación de servicios secretos españoles pero declinó pronunciarse respecto a la participación de otros servicios secretos -digamos que generó cierto halo de misterio al respecto-. Por activa, el periodista navarro J.J. Benítez afirma que Jordán le declaró que la CIA estadounidense financió la acción que éste les había propuesto -J.J. Benítez, en “El hombre que susurraba a los ummitas”-. Otros autores como Manuel Carballal apuntan una posible participación de otros servicios de inteligencia.

En cualquier caso la “criatura” Ummo es interesante. Repetimos que lo que nos parece más interesante del asunto es el núcleo epistolar y documental del caso y -casi yendo por las sendas “sociológicas oficiales” de Jordán Peña- más sus efectos en el grupo de corresponsales que las supuestas pruebas de “avistamientos” o similares. Digamos que es el factor humano -más que el extraterrestre- lo aquí nos interesa y, también, el papel de la comunicación... en la creación. Digamos que ciertos aspectos semánticos.

El origen del caso Ummo

Personalmente la primera vez que leí “Ummo” me recordó a Umma, la ciudad-estado de Sumer, imagino que un poco por cuestión de formación, de todos modos dejemos claro que los pobres sumerios no tienen ni arte ni parte en este asunto -ni en otros, pese a que se les adjudiquen “dioses anunnaki” a diesto y siniestro, pero esa es otra historia-. Si se ha de hacer caso a Jordán Peña el nombre era una pista para indicar que el asunto era puro “humo”, no obstante, Manuel Carballal apuntaba ciertas sospechas de que tuviese relación con la voz “umma” en su sentido tántrico que la relaciona con la energía kundalini y, a partir de ahí, con alguna de las motivaciones de Jordán Peña no tan explicitamente confesadas como la sociológica. Sea como fuere el supuesto planeta del que provenían los no menos supuestos comunicantes extraterrestres se presentó como el planeta Ummo, naturalmente, sus habitantes eran los ummitas.

En 1954, doce años antes del comienzo del caso Ummo, Fernando Sesma funda la Sociedad de Amigos de los Visitantes del Espacio (BURU), que tiene su “sede ofciosa” en “La Ballena Alegre”, en los sótanos del Café Lyón de Madrid, donde se reúnen sus miembros y se organizan tertulias dirigidas por Sesma, que había seguido algún caso de presuntos contactos y, a partir de cierto momento, él mismo afirmará ser un contactado.

Durante el Otoño de 1954, desde el periódico “Madrid” se le encargó a Sesma escribir unos capítulos dedicados a los platillos volantes, fenómeno que iba en auge y pasaba a convertirse en moda.

Ese encargo le facilitó el contacto con personas interesadas por el misterioso y atrayente tema de los extraterrestes. Al salir de la redacción del periódico, Sesma comenzó a quedar con sus amigos en el Café Lyón, donde como “experto” Sesma dirigía la charla y disertaba sobre los visitantes del espacio, poco a poco fue atrayendo a nuevos curiosos al grupo, entre ellos el dramaturgo Alfonso Paso y el escritor Buero Vallejo. En ese ambiente y en ese lugar Fernando Sesma funda la “Sociedad de Amigos de los Visitantes del Espacio”.

Sesma, que ya era el alma de esas reuniones -y, en cierto modo, su agente causal- lo fue aún más a partir del momento en que declaró que estaba recibiendo comunicaciones directas de los "hermanos cósmicos", en definitiva, que él mismo había pasado a la categoría de "contactado". En 1962 dice Sesma que por vía telefónica un tal Saliano, que asegura proceder de un planeta llamado Aúco, va pasando mensajes a Sesma, bastante incompresibles, que se irán leyendo durante más de cinco años ante un público interesado en "La Ballena Alegre". Digamos que Saliano declinará -aunque no desaparecerá- por el "efecto Ummo", cuyo promotor escoge con buen ojo al popular Sesma como predispuesta "caja de resonancia".

Si bien la primera mención en prensa relacionada con Ummo se produce el 16 de febrero de 1966, en el semanario barcelonés Por qué, en una entrevista que el periodista José Luis Pimentel realiza a Fernando Sesma. Para seguir la pista de los contactos iniciales de Ummo hay que acudir a lo que relató el propio Sesma, en el primero de una serie de reportajes -hasta un total de 55- que se publicarían en la revista Diez Minutos. Según esto a las doce de la mañana del 14 de enero de 1966, Sesma recibió una llamada telefónica y un interlocutor, de rara voz, le “repitió unas palabras extrañas durante bastante tiempo” que él copió -según Enrique Villagrasa “do-do-ummo-do-do”-, al final de la comunicación su comunicante le dijo que en pocos días recibiría “algunas cosas e informaciones de orden extraterrestre”. Que constituirán las primeras comunicaciones públicas “ummitas”.

Según dice Fernando Sesma cuando le llegaron esas informaciones -en primer lugar una piedra artificial con supuestos signos “ummitas” y, posteriormente, un informe sobre telepatía- lo primero que pensó es que se trataba de “una broma bien organizada” -primera impresión que era valida-, cosa que no dudo en transmitir a su anónimo comunicante en la siguiente ocasión en que éste le llamo. El teórico "ummita" consideró que la escéptica reacción de Sesma era lógica y prudente, y se comprometió con Sesma para enviarle algunas pruebas que corroborasen sus afirmaciones.

Estas pruebas llegaron el 7 de febrero de 1966, consistieron en tres fotografías tridimensionales en color, de supuesto origen extraterrestre, que un “emisario de Ummo” -un hombre joven y moreno con barba, que sería identificado con un personaje importante que aparecerá en comunicaciones ulteriores, ni más ni menos que el “mecanógrafo” de los “ummitas”, en realidad fue Vicente Ortuño colaborador de Jordán Peña- llevó a casa de Sesma, y que vieron el propio interesado, su esposa y uno de sus hijos, una vez enseñadas el “emisario” se las llevó nuevamente consigo. Ese mismo día a las 14:00 horas los supuestos extraterrestres anunciaban por teléfono a Sesma, y con antelación a la aparición de la noticia en prensa, el aterrizaje de una nave “ummita” en el madrileño Parque de Aluche -al suroeste de la ciudad-, a las 20:00 horas del día anterior, es decir, el 6 de febrero de 1966.

Con eso se inicia el caso Ummo, si hubo otros corresponsales anteriores a Sesma no consta, al menos por ellos, si bien algunos documentos “ummitas” los mencionaran, pero eso, naturalmente -y lo más lógico-, no implica que no sean simple “atrezzo” para dar mayor verosimilitud a los mensajes que se le iban pasando a Sesma y sus amigos, sobre todo los más dudosos son los supuestos corresponsales anteriores a enero de 1966.

El primer informe escrito que recibió Sesma, y que fue acogido por éste con la impresión de que se trataba de una “broma bien organizada”, es el llamado D-41, en él se mencionan ciertas supuestas características fisiológicas de los “ummitas” y el uso por ellos de la telepatía, pero, en esencia, es algo así como una carta de presentación, en la que no falta la muestra de una serie de datos de tipo enciclopédico -recuerdan el estilo de las entradas de ese tipo de obras- sobre características generales de Ummo y de los “ummitas”.

Junto a eso hay ciertos “toques de proximidad” para hacer “reales” a los “ummitas”, así los redactores del informe expresan cosas tan “humanas” como los obstáculos encontrados para realizar una tarea, en este caso mencionan la dificultad de transcripción, o bien el asunto de la enfermedad telepática que intenta pulsar la tecla de la compasión y la solidaridad. Esas confidencias y ese anecdotario tratan de hacer próximo al emisor del mensaje para el receptor del mismo, forman parte de un juego psicológico que llama “amistosamente” al subconsciente del lector presentando como “creíble”, “real” y -paradojicamente- “humano” al comunicante “ummita”. Digamos que se intenta obtener la simpatía del lector y, en consecuencia, una predisposición favorable en relación a lo que expone el mensaje.

Después hay algún toque curioso, posiblemente debido ya al ejercicio de la creación literaria -con motivos puramente estilísticos-, como es la peculiar selección de idiomas terrestres que conocen de entrada esos “ummitas”, que son según ellos: inglés, español, griego clásico, griego moderno, alemán, italiano, francés y árabe. Nada que decir respecto al toque clasicista, pero resulta llamativa la profundización en el griego que incluye también el griego clásico.

Reproducimos a continuación el informe D-41 -extraído de ummo-ciencias.org. “Las cartas de Ummo”-

Informe D-41

00/121.

Deseamos informar al planeta Tierra: origen y procedencia nuestra y fines que nos han movido a visitarles. Procedemos de UMMO, planeta que gira alrededor del astro IUMMA, registrado en vuestra Tierra con la denominación de WOLF 424.

00/123

Recibimos instrucciones día 12 Enero 1965 (Era Cristiana Tierra) respecto a orientación y límites de este informe. Redacción aprobada. Procuramos adaptarnos salvo barreras infranqueables de transcripción. Empleamos idioma español.

0/2

Las dificultades de traducción y expresión de conceptos en idiomas terrestres son inmensas. No ocultamos que tras comprobar la sorprendente semejanza entre estructuras biológicas de nuestros dos planetas, quedamos consternados al percatarnos que nuestros respectivos medios de comunicación social difieren en elevado grado.

0/21

Imposible nos es en un primer documento establecer de una forma sintética la inmensa gama de equivalencias entre cifras, símbolos verbales, símbolos técnicos y demás. En muchos casos, expresiones nativas nuestras, no tienen ni remotamente equivalencia en ninguno de los idiomas terrestres conocidos por nosotros hasta la fecha (inglés, español, griego clásico, griego moderno, alemán, italiano, francés y árabe).

0/215

Empleamos para expresarnos, medio acústico: aire (adolescencia) y medio telepático: “psi” (adultos medios), en este último caso, las imágenes mentales transmitidas y recibidas conforman las imágenes mnémicas acústicas aprendidas durante la infancia.

Intentamos por todos los medios para Vds., fijar en grafismo español la imagen acústica de nuestras expresiones, aunque en la mayoría de los casos, nuestros fonemas puedan reflejarse con varias expresiones gráficas.

11/1

Nosotros procedemos, como anteriormente dijimos, del planeta o astro solidificado UMMO, cuyas características reseñamos a continuación:

Orbita: elíptica con foco estrella WOLF 424 (IUMMA) que nos sirve de Sol.

Distancia del foco WOLF 424 al foco del sistema solar el 4 Enero de 1955: 3,68502 años luz.

Radio de UMMO, medido en la cota universal de VAAUAWE:
R1 = 7251,63 Km.

Radio en la cota NUAEI21 (polo de UMMO): R2 = 7266,61 Km.

Masa de UMMO: 5,4 x 1021 toneladas masa.

Aceleración de la gravedad en UMMO: 11,88 m / seg2.

Capa atmosférica ionizada a 8536, 92 Km.

Composición atmosférica medida en el laboratorio universal de técnicas atmosféricas cota 878 de “WALIOA”.

Nitrógeno = 65,93%

Oxigeno = 23,00%

Xenón = 0,20%

Neón = 0,1316%

Anhídrido C. = 1,8%

Cloro = 0,001%

Metano = 0,102%

Otros gases.

111/1

Nuestra estructura geológica externa es en todo diferente a la de la Tierra. Los océanos ocupan el 62 % aproximadamente. El resto se centra en un solo continente lleno de grandes lagos, el mayor de los cuales tiene 276.320 Km2 (AUWOA SAAOOA). Nuestras cordilleras (Muy erosionadas) apenas presentan formas accidentadas. El río más importante de UMMOAA es el OAOAWA-OEW-OEWEA de anchura 3, 5 - Km. a la altura de UWOSS. Desemboca en el lago IAWIAIA-SAAOOA, Los OAK-OEI son una especie de volcanes que presentan la forma de grandes grietas que proyectan una columna incandescente de METANOPENTANO-OXÍGENO de alturas entre 250 m. y 6,7 Km. Como el OASION-OEI cerca del lago IA-SAAOOA, su luz azulada ilumina las noches de UMMOAA en aquellas regiones. Los grandes laboratorios NOOLAWE proyectan cada UIW (tiempo unidad de UMMO equivalente a 3,1 minutos terrestres) grandes globos con compuestos químicos que al entrar en contacto con la gigantesca catarata de fuego azul, estallan como fuegos artificiales, ofreciendo un espectáculo fantasmagórico. En el interior de estos globos van contenidos equipos de precisión para controles científicos.

A continuación trazamos un croquis de nuestra configuración geográfica. En nuestros mapas no se reseñan los nombres geográficos sobre el croquis, sino señalándolos por medio de flechas y disponiendo la tipografía al margen.

0/112

Los habitantes de UMMO poseemos un cuerpo cuya morfología fisiológica es sorprendentemente análoga a la del “homo sapiens” terrestre. Ello es lógico si se considera que las leyes biogenéticas parece que rigen para todo el Universo. Cuando el OIWI (año) 75.231 de nuestro tiempo (definimos el año como la dieciochoava parte del tiempo de traslación de UMMO alrededor de IUMMA -WOLF 424-), llegaron naves espaciales del planeta TOOKAAIA, sus tripulantes, aunque murieron, presentaban también la misma organización celular.

Solo pequeñas diferencias aparecen entre nosotros. No poseemos amígdalas y nuestro órgano de fonación se atrofia de forma que el glotis humano terrestre desaparece hacia los 14 años. Durante la infancia pues, podemos hablar normalmente, expresando nuestros pensamientos por vía fónica (medio transmisor acústico: aire). El lenguaje que empleamos es sin embargo radicalmente distinto al vuestro. Podríamos llamarlo BI-LENGUAJE. Por ejemplo; cuando emitimos unos fonemas tales como OA DO DO IA KAAWAEA UMMO UMMO UMMO, expresamos dos corrientes de ideas simultáneamente.

OA = Hemos realizado este viaje

DO = y procedemos de

IA KAAWAEA = para estudiar vuestra cultura

UMMO = planeta nuestro.

Pero al mismo tiempo observarán que repetimos cada fonema, dos, tres, cinco, etc., veces. Esto constituye a su vez un nuevo código o lenguaje que se superpone a la otra expresión verbal. La interpretación de este lenguaje es de tipo estadístico matemático (función del número de repeticiones del fonema) con lo que expresamos otro pensamiento al mismo tiempo. En el caso citado, decimos aproximadamente:

Realizamos este viaje procedentes de UMMO para estudiar vuestra cultura, y

No pensamos hacerles ningún daño, tranquilícense.

Otro ejemplo:

DO UMMO DO DO UMMO UMMO DO DO DO

Procedemos de UMMO, y

Hemos llegado con nuestra nave sur de Francia.

Si hubiésemos emitido así nuestra voz:

DO UMMO UMMO DO DO UMMO

Procedemos de UMMO

Necesitamos urgente alimentación.

En nuestras “escuelas” pues, los niños aprenden simultáneamente dos disciplinas científicas cuando un mismo profesor les explica al hablar, dos conferencias de distinta naturaleza.

Hacia los 14-16 años de su vida, las cuerdas vocales del niño sufren un proceso de esclerosis que les deja fisiológicamente “mudos”, pero es que para entonces va desarrollándose la facultad de transmitir nuestro pensamiento por medio de la función que Vds. llaman “PSI” es decir, telepáticamente. Esto lo hacemos concentrando en el campo de nuestra conciencia la imagen mental de nuestro interlocutor (aunque esté a varios KOOAE -un KOOAE = 8,71 Km.-) y enviándole impulsos telepáticos, cada uno de los cuales dura 0,00014 segundos aproximadamente. A estos impulsos les llamamos en PSICOBIOLOGIA “BUAE BIEEE”.

Un código también BI-LINGUAL permite mantener dobles conversaciones con cualquiera de nuestros semejantes.

Existen entre nosotros terribles enfermedades desconocidas para Vds. por ejemplo, la llamada OANEEA-IAWA-OAI en que el sujeto sufre un trastorno de sus facultades NOI-OAI (llamadas por la ciencia parapsicológica terrestre, función PSI), y emite en forma desordenada y a gran frecuencia millones de impulsos BUAE BIEEE a cientos de miles de seres de UMMO, algo así como si una emisora de Vds. se trastornase y emitiese a todas las frecuencias, captando millones de receptores sus locas interferencias.

La única solución estriba en localizar al enfermo y provocarle la muerte por GOOAIE SAWA (una especie de haz de microondas de gran energía que destruye los centros nerviosos ISIAGEE IA del encéfalo).

Los primeros años de nuestra humanidad, el desarrollo de la cultura fue frenado por la acción alienante de estos pobres enfermos que alucinaban a nuestros antepasados con sus horribles “gritos telepáticos “.

(CONTINUAREMOS MENSAJE)

Un juego de rol

Podemos imaginarnos a Sesma dividido ante esto entre su deseo de creer -Ortuño, cuando se hace pasar por mensajero de los “ummitas” llevando las fotografías tridimensionales, dirá que vio a Sesma muy emocionado y enseñando las “pruebas” a su familia- y un inicial y sano escepticismo -el que le lleva a plantearse lo de una “broma organizada”, por ahí iban los tiros-. Pesó más la buena “organización” de la broma y la predisposición, de hecho favorable, de Sesma de ser contactado. De esa manera comenzó un engranaje que recuerda bastante a la elaboración y ejecución de un juego de rol.

El director de la partida será José Luis Jordán Peña -por lo que sabemos y a pesar de todas las luces y sombras que su confesado papel arroja-, tendrá colaboradores conscientes como Vicente Ortuño y otros y, sobre todo, tendrá sus particulares “ratones de laboratorio” en el grupo de corresponsales -a los que se unirán investigadores del fenómeno OVNI como Antonio Ribera- de buena fe que constituirán su “muestrario sociológico” principal y que, a despecho de Jordán Peña, no se comportarán de manera sectaria -no el grupo de Madrid ni los grupos de corresponsales españoles- sino que más bien les guiará una especie de “credulidad cientifista”, es decir, ausente de componente esotérico-religioso -especialmente ausente la dimensión religiosa-.

Jordán Peña realiza las funciones de “director de juego” en su partida de rol, ésta se compone de personajes jugadores conscientes -los colaboradores de Jordán y él mismo cuando juega el papel de corresponsal y miembro del grupo Madrid-, de personajes jugadores inconscientes -la totalidad de los engañados por el fraude- y de los personajes no jugadores y la ambientación. Estos dos últimos puntos van a cargo de Jordán Peña como director de juego que es.

La siguiente definición -extraída de la tesis doctoral de Héctor Sevillano Pareja sobre juegos de rol- del papel de director de juego o “master” puede servir para ilustrar el rol de Jordán Peña en su peculiar juego de rol:

el master recibe múltiples nombres (…) sirve para designar a la persona que dirige la aventura o la campaña que los personajes han de jugar. Su trabajo consiste en desarrollar la historia, también se encarga de interpretar a los pnjs (representa los papeles secundarios), de ayudar a los pjs en la realización de fichas, de aplicar las reglas y de moderar en cualquier disputa que se produzca sobre ellas y de describir los encuentros, escenas, paisajes, personajes jugadores y no jugadores. Otras palabras que definen este cometido son las de narrador, vigilante, director de juego (abreviado en dj), árbitro, etc, la variedad de términos viene dada porque cada sistema de juego suele denominar a esta figura de un modo distinto.

También tiene la misión de ayudar a los jugadores, explicando el sistema de juego, controlando el tiempo de duración de una partida, la dificultad de la misma, seleccionando el juego al que jugar, dando experiencia y recompensas, etc. Normalmente se encarga de leer los diferentes manuales, que le sirven para poder realizar la aventura, conforme a las reglas del juego y que posteriormente disfrutaran los jugadores (...).

El master sólo actúa como espectador, ni salva ni mata al personaje, para bien o para mal el jugador labra su suerte. Un master debe saber que las aventuras que idee nunca saldrán como él espera, al fin y al cabo los jugadores tienen libertad de acción.”

A buena parte del “affaire” Ummo cabría aplicarle más de un presupuesto del funcionamiento de los juegos de rol, incluyendo las teorías sobre los mismos y sus principios derivados (The Threefold Model, The Big Model, The Process Model, el principio de Iumpley...)

José Luis Jordán Peña no cejará en el empeño de conseguir un grupo con tintes esoterizantes, religiosos y sectarios, pero tendrá que dar una vuelta de rosca, que no dejará de ser secundaria, y potenciar -ya del todo directamente- un par de grupúsculos fundados por él -uno llamado “Pirophos”, en honor de una imaginaria deidad, y el otro una secta de corte hinduista-, de tintes más oscuros e incluso degradantes -siguiendo algo de los confesados motivos de explorar el sado-masoquismo por parte de Jordán Peña, situándose él en posición de poder-, pero eso será más adelante. Por ahora nos encontramos en los momentos iniciales de la aparición en escena -nunca mejor dicho- de los “ummitas”, y de las emociones de Sesma que pronto serán compartidas por sus contertulios de ”La Ballena Alegre”. Comienza el juego.


Jorge Romero Gil


Bibliografía

Aguirre, J.: Compilación de las cartas ummitas (en tres tomos)

Benítez, J.J: El hombre que susurraba a los ummitas, Editorial Planeta, Barcelona, 2007.

Carballal, M.: El caso Ummo: sectas, ovnis, sexo y servicios secretos, El ojo crítico (blog)

González Manso, L.R.: “Ummo, el planeta de los corresponsales anónimos”, Revista Magonia, 47, octubre de 1993.

Ribera, A.: El misterio de Ummo, Editorial Plaza & Janés, Barcelona, 1979

Ribera, A.: Ummo: la increíble verdad, Editorial Plaza & Janés, Barcelona, 1985

Ribera, A.: Ummo informa a la Tierra, Editorial Plaza & Janés, Barcelona, 1987

Ribera, A. y Beorlegui, J.: El secreto de Urantia. Ni caballos ni troyanos, Ediciones Obelisco, Barcelona, 1988.

Sevillano Pareja, H.: Estudio del sector editorial de los juegos de rol en España: historia, tipología, perfil del lector, del autor, del traductor y del editor. Salamanca, 2008

www.ummo-ciencias.org: Las cartas de Ummo



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