Pareciera que hay temás que se entrelazan, si a "Justine" y Donatien Alphonse François de Sade se les puede ver ciertas correspondenciás con los mundos de Carroll, podemos encontrar al espejo como ventana o puerta de otro mundo y, también lo es del mundo de Lilith, así que la Alicia de "A través del Espejo" de Dodgson fue a un mundo especular posible pero...podía haberse tropezado con Lilith, y he aquí un punto común entre el mito de Lilith, los universos de Dodgson y sus reflexiones -si no obsesivas al menos profundas- sobre los espejos.
La demonización de Lilith
La Lilith que encontramos en los espejos no es la más antigua, es la Lilith de las versiones míticas hebreas y sus diferentes episodios, aparece relacionada en ellos con el mundo de la noche, el viento nocturno y las tormentas, ya ha sido completado su proceso de demonización así que o bien aparece como lamia, como vampiro o cualquier otra forma que un dáimón puede adoptar -y os digo yo que pueden adoptar unas cuantas-.
La Lilith que encontramos en los espejos no es la más antigua, es la Lilith de las versiones míticas hebreas y sus diferentes episodios, aparece relacionada en ellos con el mundo de la noche, el viento nocturno y las tormentas, ya ha sido completado su proceso de demonización así que o bien aparece como lamia, como vampiro o cualquier otra forma que un dáimón puede adoptar -y os digo yo que pueden adoptar unas cuantas-.
Según estas historias D_os la condenó a comerse diariamente a cien de sus hijos dáimónes, que era la misma cantidad de hijos que concebía y paría todos los días, curiosamente ese cástigo se basa en el mismo principio de repetitividad que el de Sisifo y su roca: nunca tiene final el tormento, en el caso de Lilith es de suponer que tal suplicio no le otorgase un carácter especialmente amable hacia las proles ajenas, por eso también las leyendas judías consideran que uno de los peligros de los recién nacidos era que Lilith se apareciese y...los matase. Por eso en las habitaciones dónde dormían niños pequeños o bebes se colocaban en las paredes amuletos con la frase "¡Liltith! ¡abi!", esto es, "¡Lilith! ¡vete!" para evitar su presencia o rechazarla si llegaba a aparecer. Con esa idea o mito parece tener cierta relación el tema "Lullaby" de The Cure, por cierto, que no deja de ser curioso que el término inglés "canción de cuna" tenga una onomatopeya tan cercana a "Lilith abi".
"Lullaby" puede venir de la expresión "Lilith-abi" (literalmente "Lilith ¡vete!", en hebreo: לילית ללכת), que figuraba en amuletos que los judíos colgaban en las paredes de las habitaciones de los niños recién nacidos para protegerlos de la noche, de la cual Lilith era "Señora".
Visto el video al parecer los Cure conocían "algo" del tema, lo suficiente para comprender los aspectos nocturnos e "inquietantes" de Lilith y... de dónde puede proceder el término "canción de cuna" en inglés (lullaby)...de “Lilith bye”.
Las cosas suelen tener un "porqué" -o varios-.
Visto el video al parecer los Cure conocían "algo" del tema, lo suficiente para comprender los aspectos nocturnos e "inquietantes" de Lilith y... de dónde puede proceder el término "canción de cuna" en inglés (lullaby)...de “Lilith bye”.
Las cosas suelen tener un "porqué" -o varios-.
Los mundos especulares de Lilith
Pero estabamos con el tema de los espejos como puertas o accesos a otros mundos no solo a otras imágenes. Lilith posee una insaciable y enorme lujuría -característica esta nada negativa, aunque sería cuestión de opinión-, por ello acostumbra a aparecerse y seducir a los hombres que duermen solos en una habitación -parece ser que el número de placas con "¡Lilith! ¡abi!" en esas habitaciones era tirando a escaso, no lo reprocharemos-
Según estas tradiciones todo espejo, todo, podía ser susceptible de convertirse en una puerta que conducía directamente a la dimensión en la que habita Lilith normalmente, digamos que su casa tiene muchas puertas...de acceso y...de salida.
Una historia cuenta que una bella y joven mujer tenía por costumbre el mirarse y admirarse delante de un espejo de su habitación, sin saber que Lilith la miraba desde el otro lado, la miraba y veía la complacencia de la jovén consigo misma, así que Lilith, que es generosa, decidió conceder lo que la muchacha deseaba pero... no pasaba de desear.
Según estas tradiciones todo espejo, todo, podía ser susceptible de convertirse en una puerta que conducía directamente a la dimensión en la que habita Lilith normalmente, digamos que su casa tiene muchas puertas...de acceso y...de salida.
Una historia cuenta que una bella y joven mujer tenía por costumbre el mirarse y admirarse delante de un espejo de su habitación, sin saber que Lilith la miraba desde el otro lado, la miraba y veía la complacencia de la jovén consigo misma, así que Lilith, que es generosa, decidió conceder lo que la muchacha deseaba pero... no pasaba de desear.
Lilith esperó con paciencia mientras veía la autocomplacencia de la mujer -ignoramos hasta que punto se autocomplacia, pero seremos discretos- hasta que un día, digamos que cuando la "fruta estaba madura" surgió del espejo y se enseñoreó de la joven, penetrando en su inteiror a través de sus ojos -tiene lógica porque ellos eran el vehículo de conexión especular-.
Así de repente -o no tan de repente, recordemos que se contemplaba y...hacia bien en hacerlo- la mujer cayó en un frenesí de deseo, podríamos decir que sentía como dice la canción aquello de "tengo una necesidad", espoleada además de por sus propios ánimos por la salvaje, libertina y libertaria lujuria de Lilith su deseo se multiplicó, y comenzó a frecuentar a todos los hombres de la vecindad, quienes no parecieron muy molestos por la posesión -en más de un sentido- de la muchacha.
La historia no nos cuenta como término la historia -valga la redundancia-, tal vez esta Lilith sobrevenida encontráse un Samael, tal vez se consagrase al templo de su cuerpo como las sacerdotisas de Isthar y Astarté, el caso es que no lo sabemos. Pero, sea como fuere, esa historia muestra que... un espejo puede ser algo más que una imagen reflejada, que una imagen puede ser algo más que una imagen, que los espejos conceden deseos -es lo único que hizo Lilith con la jovén-, y que, a veces, esos deseos no llevan aparejados ni daños colaterales ni efectos secundarios, sinó que se lo pregunten a la satisfecha jovén y.. .a los satisfechos vecinos -ignoramos, eso sí, el grado de satisfacción de las vecinas, aunque...la lujuria desbordada... puede desbordarse por más de un campo-.
Es que los espejos siempre han sido cosa ambigua, sea porque se entienden como puerta dimensional -es parte de las características del espejo que utiliza Lilith-, por sus propias cualidades físicas y efectos ópticos o porque se mezclan con valoraciones morales -moral relativo a "moralis"- como la idea de "vanidad".
¿Qué habrá detrás de un espejo? Eso se lo planteó también Dodgson en "A través del Espejo", allí da su posible solución, basada en la lógica -peculiar, pero lógica- de los mundos de Dodgson.
Bien...voy a mirar a un espejo...
Jorge Romero Gil
Bibliografía
Biblia de Jerusalén, Edición de 1976
Carroll, Lewis, A través del Espejo, Editorial Cátedra
De León, Moshé, Zohar, Ediciones Obelisco, Barcelona
De Plancy, Collin, Diccionario de los Infiernos
Graves, R., Patai, R., Los mitos hebreos
Sade, Marqués de, Justine o los infortunios de la virtud
Tanaj, versión derivada de” Westminister Leningrad Codex” del “the Westminister Hebrew Institute”
No hay comentarios:
Publicar un comentario